La instalación consistía en un módulo con una altura de 2,60 metros y 10 metros lineales, habilitando un espacio total en torno a los 30 metros para la muestra. De forma complementaria, la exposición se completaba con un vídeo que, con una estética preciosista, hacía un recorrido genérico a todos los módulos de la exposición con el agua como protagonista.