Esta campaña pretendía crear una nueva marca para el Instituto que, respetando sus orígenes más tradicionales (Claudio Galeno, el primer médico de la historia occidental) impulsara la imagen del instituto con un tono rupturista. El cuerpo humano, objeto de estudio de la profesión sanitaria, se presentó desnudo, tal y cómo es, definiendo la esencia y valores de la institución. Valores que siguen siendo los mismos 2000 años después.