Cada marca y cada empresa requiere un tipo de comunicación diferente, y el formato audiovisual permite adaptarse completamente a todas las necesidades y situaciones. Sin embargo, en el caso de Doscadesa, tanto la naturaleza de su producto -funcional pero poco atractivo desde el punto de vista estético-, como su producción -basada en la investigación continua, sujeta a necesidades específicas y por tanto difícil de tangibilizar-, hizo particularmente complicada la selección de imágenes para el vídeo, obligándonos a crear un código gráfico propio y radicalmente novedoso capaz de ser atractivo para sus públicos como coherente con su propia historia.