La Consejería de Educación estaba en busca de una campaña que reivindicara la inclusión de toda la comunidad educativa y de la sociedad y que comunicase su Programa de Educación Inclusiva.
Las clases equitativas, justas e inclusivas no son más que la expresión integral de una sociedad. Así que, preguntémonos, ¿cómo sería una clase si incluyese a toda la Región? Todo tipo de razas, religiones, idiomas, personas con mayores o menores capacidades…dentro de una clase en la que nadie queda atrás, tal y como debería ser una clase normal.
No se nos ocurre mejor expresión de la inclusión. 1,5 millones de murcianos comprometidos y representados en una sola clase. Porque tal y como queremos que sea nuestra sociedad, así debería ser nuestra educación: justa, empática, solidaria, tolerante, respetuosa, equitativa y transversal.
Una clase en la que cabemos todos, donde no podemos dejar a nadie atrás.